1. INTRODUCCIÓN
Las generaciones más jóvenes no han vivido las
épocas de inflación e hiperinflación de
nuestro país; y cada vez que escuchan este tema, la toman como el peligro que
destruirá los ingresos, las economías, como ya ha ocurrido en otras épocas.
Todos queremos vivir en un mundo mejor, y nadie se beneficia con la inflación,
tema que no dudan en reflotar los políticos en épocas electorales, lo cierto es
que esto es un tema central y de gran discusión a nivel mundial.
2. CONCEPTO DE INFLACION
Según el Diccionario de
la Real Academia Española es una “Elevación notable del nivel de precios con
efectos desfavorables para la economía de un país.” Según el economista
Samuelson “Entendemos por inflación un período de aumento general de los
precios de los bienes y servicios de consumo y de los factores de la
producción.”
3. INFLACIÓN DE LA DEMANDA
La
inflación de demanda se produce cuando hay un aumento de la demanda agregada
por encima de la renta potencial. El origen de la inflación se basa en un
exceso de demanda agregada de bienes y servicios sobre su oferta agregada.
Hay
varios enfoques sobre la causa de la expansión de la demanda agregada:
Ø Keynesiano:
incremento del gasto autónomo sin que necesariamente se deba a un incremente de
la oferta monetaria.
Ø Monetarista:
la inflación siempre está causada por un aumento excesivo de la oferta
monetaria.
3.1 ENFOQUE KEYNESIANO
Los
clásicos concebían las situaciones de desequilibrios como transitorias, y que
se corregían automáticamente. Keynes por su parte, a partir de la crisis de
1929, propuso un nuevo enfoque, donde puso de manifiesto que ni los salarios
eran flexibles a la baja, ni los mercados reales se ajustaban automáticamente
tendiendo al equilibro.
La
visión keynesiana sobre la oferta agregada de la economía se puede representar
mediante una curva muy plana cuanto más lejos del nivel potencial de la
producción, y que va aumentando su inclinación una vez ha alcanzado el nivel
potencial.
De
acuerdo con la visión keynesiana de la inflación, esta se produce como
consecuencia de un exceso de demanda en el mercado de bienes. Así pues, todo aumento
de la demanda agregada por encima de las posibilidades de la capacidad
productiva de la economía, como consecuencia de un aumento del gasto público genera una presión inflacionista, y solo serán
los precios quienes permitirán nuevamente equilibrar las curvas de oferta y
demanda agregadas.
Según cuál sea la situación en
la que se encuentra la economía, podemos distinguir 3 situaciones:
a) Bajo
nivel de renta real. Los aumentos de la demanda nominal se traducen exclusivamente en aumentos de la renta
real.
b) Nivel de
renta real intermedio. Conforme la economía se acerca al pleno empleo, empezarán
a producirse ya situaciones de escasez de oferta en algunas empresas y
sectores. Los incrementos de la demanda nominal se traducen tanto en
incrementos de precios como de producción.
c) Pleno
empleo de los recursos. Una vez que se haya agotado la capacidad productiva de
la economía, cualquier incremento de la demanda se traduce en el aumento de los
precios.
Para combatir este tipo de inflación es necesario
aplicar políticas monetarias o fiscales que “enfríen” la economía reduciendo la
demanda agregada.
Desde el punto de vista de la explicación
Keynesiana de la inflación es posible que se incremente la oferta monetaria
y, sin embargo, no se produzca inflación, por encontrarse la economía en un
nivel de renta bajo. En este caso, el aumento de la oferta monetaria da lugar a
un aumento de la demanda, pero se traduce en incrementos de la producción real.
La subida de precios se deriva de un incremento de la demanda, pero éste
puede tener su origen en cualquier componente de la demanda agregada sin que
tenga que estar causado por un aumento inicial de la oferta monetaria.
Lo que es necesario para que los precios aumenten
de forma continua es el dinero crezca después de que se produzca el aumento
autónomo de la demanda. En caso contrario, la oferta monetaria disminuirá en
términos reales y la demanda agregada se reducirá, frenando el proceso
inflacionista.
3.2 ENFOQUE
MONETARISTA
La teoría monetarista de la inflación no va a ser
la tradicional que trataba de explicar el nivel de precios, sino que va a ser
una teoría alternativa a la propuesta por Keynes que trata de determinar la
renta monetarista. Algunos autores no habían aceptado los postulados
keynesianos y fieles a la tradición clásica postularon esta teoría, donde la
inflación como consecuencia de un incremento excesivo de la oferta monetaria.
Esta es una teoría más elaborada que las predecesoras.
Los monetaristas señalan que la causa principal de la inflación es el
aumento de la cantidad de dinero, y la explican de la siguiente manera:
Ø Consideran que la demanda de
dinero es igual a la demanda de cualquier otro activo que el público pueda
mantener en su cartera de activos.
Ø Aumento de la oferta monetaria;
dada la renta permanente, si se parte de una situación de equilibrio y aumenta
la oferta monetaria, habrá un exceso de dinero en la cartera de los agentes y
para reequilibrarla estos deberán desprenderse de este dinero y adquirir otros
activos alternativos (bonos, acciones, y activos reales).
Ø Aumento de la demanda de bienes e
inflación; inicialmente esto puede dar lugar a aumentos de renta y de precios,
pero a medio plazo solo se traduce en mayor inflación.
Dado que la inflación es siempre un fenómeno monetario, para evitarla
hay que controlar el crecimiento de la oferta monetaria y establecer una tasa fija de crecimiento
monetario compatible con la estabilidad de precios a largo plazo y mantenerla
de forma permanente. Esto tiene dos ventajas:
a)
El crecimiento de la oferta monetaria actúa con
ancla de la inflación, evitando políticas monetarias expansivas que acabarían
generando inflación a largo plazo.
b)
Una política monetaria más activa si podría tener
efecto sobre la renta, las reglas fijas evitan los problemas una política
monetaria más discrecional.